Lara Jean guarda sus cartas de amor en una caja. No son cartas que le hayan enviado, las ha escrito ella, una por cada chico de los que se ha enamorado. En ellas se muestra tal cual es, porque sabe que nadie las leerá. Hasta que un día alguien las envía por equivocación y la vida amorosa de Lara Jean pasa de «imaginaria » a estar totalmente fuera de control.
Nº páginas: 384
Título original: To all the boys I've loved before
Trilogía: A todos los chicos de los que me enamoré (#1)
Editorial: Planeta / Destino
Mi reseña:
Hace algún tiempo que viene sonando mucho esta trilogía y al final me decidí a leerla para ver si era tan buena como todo el mundo opina (no creo haber escuchado una crítica negativa) pero aún no se que pensar.
La premisa de la que parte es bastante curiosa: Una adolescente de 16 años medio coreana medio americana, suele escribir cartas de despedida a los chicos de los que se ha enamorado como forma de cerrar el capítulo pero sin intención de enviarlas nunca hasta que un día esas cartas llegan a los destinatarios sin que Lara Jean pueda hacer nada por evitarlo. A Lara Jean le cambiará la vida por completo cuando se vea en situaciones para las que no está preparada. Y todo esto llega cuando se hermana mayor Margot se va a estudiar fuera y su hermana pequeña Kitty empieza a entender muchas cosas del mundo adulto.
Los personajes femeninos de este libro me han parecido mucho más flojos que los masculinos y hay muchas cosas que no me han gustado en cuanto al trato que la autora les ha dado. Por un lado, Lara Jean debería haber madurado antes que otras adolescentes por sus problemas familiares pero como Margot era la que se encargaba de todo, ella simplemente se ha quedado en una edad inferior a la que realmente tiene (no me daba la sensación de que tuviera 16 sino 12 o 13 años). Margot sin embargo parece mayor de lo que es ya que ha tenido que hacer de madre de toda la familia y creo que su situación es mucho más justificada ya que las reacciones emocionales de Lara Jean son prácticamente infantiles tanto a la hora de relacionarse con chicos como cuando debe afrontar problemas o críticas. Por otro lado, Genevieve es el cliché de chica mala, abusona y controladora que tiene sometidos tanto a chicos como a chicas por el simple hecho de ser guapa y popular y nadie es capaz de plantarle cara. En cambio, tanto Peter como Josh me han encantado; son dos chicos muy distintos pero que consiguen que las chicas se sientan especiales, sea quien sea y simplemente con estar a su lado. Independientemente del triangulo que se pueda establecer en el libro, llegué al punto en el que creí que cualquier determinación que tomará Lara Jean iba a romper el corazón de al menos dos personas.
Otra cosa que no me ha gusta es que es un libro azucarado donde aunque pasan cosas malas, prima el discurso positivo y optimista que a mi me satura a pesar de que la protagonista no es la que lo promueve (de hecho la forma de reaccionar de Lara Jean sí que me recuerda a la típica de los adolescentes, que todo lo dramatizan).
Con todo lo anterior no sabia si bajarle la puntuación ya que realmente no me ha gustado Lara Jean como personaje y eso ha empeorado mi visión en conjunto del libro pero también reconozco que lo he leído muy rápido y que es una buena lectura para desconectar entre libros pesados.
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