Roberto del Álamo, agente del Centro Nacional de Control de Riesgos Inmediatos, tiene un caso entre manos. Nadie acaba de dar crédito al curioso planteamiento que defiende, pero él sabe que algo grave está sucediendo. En su opinión, la reciente ola de suicidios oculta una actividad criminal que puede representar un peligro de enorme magnitud si se expande. Ante la falta de apoyo por parte del CNCRI, muchos procesarían la información rápidamente, se olvidarían del tema y volverían a sus vidas; pero él tiene un problema con la finalización, no puede dejar nada a medias.
La década de los noventa está terminando, y la juventud de Simalarga se encuentra totalmente cautivada por la música y las drogas. La noche desata toda su potencia en el corazón de los que deambulan por ella. Es el momento perfecto para manipular las mentes de los jóvenes ocultando mensajes dentro de los sonidos que mueven sus emociones. ¿Y si en algún momento se ha difundido un ritmo casi inaudible, una interferencia subliminal que influye mortalmente en aquellos que la escuchan?
Nº páginas: 278
Libro autoconclusivo
Editorial: Ediciones Dimensionales
Año: 2019
Mi opinión:
Gracias a Babelio conocí a este libro y decidí darle una oportunidad porque la sinopsis me pareció interesante.
La historia nos cuenta como Roberto del Álamo, un agente del CNCRI descubre una cosa que une una serie de extraños suicidios: la música. Al parecer en las últimas semanas más de una docena de personas se han quitado la vida tras haber salido de fiesta y eso le lleva a trasladarse al lugar donde han sucedido los acontecimientos para indagar sobre el tema a pesar de que sus jefes no compartan esta teoría. Poco a poco las cosas irán empeorando y se quedará solo en la investigación.
El libro empieza muy ágil y nos mete rápidamente en situación, sin perder tiempo en extenderse en lo que ha sucedido antes de lo que se está narrando. Hasta la mitad del libro la acción sucede sin parar y me ha gustado mucho la ambientación. Sin embargo, a partir de la mitad el ritmo desciende y la acción empieza a espaciarse más y a volverse todo más descriptivo.
Roberto es un personaje muy real, lleno de fallos y que no cumple para nada con el prototipo de agente de la ley ya que es el primero que no duda en saltársela para conseguir lo que quiere. Me ha gustado mucho que sea tan cabezón y que no deje que las opiniones de los demás cambien lo que él piensa. Pero precisamente es eso mismo lo que no me ha gustado: que dedicándose a lo que se dedica y teniendo cierta formación, olvide sus principios y sus lealtades para pasarse al otro lado en un segundo y todo por la aparición de Ana.
Es un libro que toca una temática que no se suele ver y que por tanto me ha parecido muy interesante desde el inicio aunque considero que la solución que el autor ha encontrado no es lo que yo esperaba. Aún así depende de la opinión subjetiva del propio lector esta lectura puede resultar muy buena o extremadamente rara.
¿Con que lectura has empezado el año? ¿Te has puesto un número determinado de libros para leer durante el 2020? Yo he decidido empezar con la meta de cincuenta libros aunque estoy segura de que podré superarlo con facilidad. ¡Nos leemos!
Gracias por la recomendación lo dejo pasar prefiero enfocarme en mis pendientes. Y realmente suena interesante. Saludos
ResponderEliminarGracias!
EliminarUn saludo
Hola!
ResponderEliminarUna pena que el ritmo decaiga tanto en mitad de la lectura. A pesar de eso, me gusta que toque temas o tenga una trama innovadora y que se vea poco. Lo tendré en cuenta.
Besos
Hola!
EliminarAunque baja un poco el ritmo, no se hace lento... es que empieza fuerte, jeje. Es un libro diferente y me ha entretenido bastante.
Un abrazo